Espectáculo de luz y sonido
Tras terminar la cena, los emperadores ofrecieron a sus invitados un grandioso espectáculo de luces y sonido en la ruinas de Persépolis.
Las temperaturas en el exterior eran tan bajas que se habían dispuesto mantas para que el frío no afectaran demasiado a las personas potencialmente frágiles.Estaba previsto un magnífico castillo de fuegos artificiales que irrumpiría en los cielos de Persépolis acompañado por una pieza musical electrónica especialmente encargada a Iannis Xenakis.
Los fuegos artificiales fueron un final espectacular para una noche única. En un estado de ánimo radiante, todos los invitados siguieron a sus anfitriones devuelta a las tiendas, donde la noche llegó a su fin entre relajados tête-à-têtes.Fue, sobre todo, el reconocimiento de la inmensa labor e inestimable que el Sha había hecho por Irán en la década anterior.
Los fuegos artificiales fueron un final espectacular para una noche única. En un estado de ánimo radiante, todos los invitados siguieron a sus anfitriones devuelta a las tiendas, donde la noche llegó a su fin entre relajados tête-à-têtes.Fue, sobre todo, el reconocimiento de la inmensa labor e inestimable que el Sha había hecho por Irán en la década anterior.
Los reyes de Jordania y los reyes de Grecia saliendo de la carpa central con dirección a los autobuses que llevarían a los jefes de estado a las ruinas de Persépolis.
La emperatriz Farah junto al emperador de Etiopía y los reyes de Bélgica llegando a la tribuna desde donde presenciaron los fuegos artificiales.
La princesa Ana con la princesa Basma de Jordania y Gina de Liechtenstein.
La princesa Basma de Jordania, la princesa Ana del Reino Unido y el duque de Edimburgo.
La reina Ana María de Grecia y su cuñada la princesa Sofía de España.
La princesa Ana junto al príncipe Juan Carlos de España.
La Begum Yvette y el Sha junto al presidente de Francia Jacques Chaban-Delmas.
El príncipe Victor Manuel de Saboya y su esposa Marina Doria.
Los ilustres huéspedes viendo el espectáculo: los emperadores, el gobernador de Canada, la reina Ana María de Grecia el rey Constantino la reina Muna de Jordania y su esposo el rey Hussein.
El espectáculo en las ruinas de Persépolis.
Una maravilla, sin duda. Si algún día el hijo del Shah recupera el poder debe de restaurar esas fiestas, pero que invite al pueblo iraní.
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