Apertura del Estadio Olímpico de Teherán.
Al día siguiente tuvo lugar el último acto que culminó estas esplendorosas celebraciones.
Los emperadores junto a sus invitados inauguraron el nuevo estadio olímpico de Irán con una gran exhibición deportiva preparada hasta el más mínimo detalle.Fue la culminación perfecta para estos festejos que tenían como principal objetivo la proyección mundial de la historia, el presente y el futuro de Irán.
La llegada de los emperadores al estadio.
El Sha y la emperatriz en la tribuna junto a sus huéspedes, los reyes de Grecia y de Jordania
y los príncipes de Mónaco y Liechtenstein.
Los príncipes de Liechtenstein y los de Mónaco.
Los hijos de los emperadores, el príncipe Ali-Reza, la princesa Farahnaz y el príncipe heredero Reza.
Los reyes de Grecia, la reina Muna de Jordania ,el Sha y la emperatriz Farah.
Farahnaz y Reza junto al sultán de Omán.
En aquella época se rumoreó que los gastos derivados de tan majestuosa celebración habían alcanzado la cifra de 200 millones de dólares, siendo dicho rumor desmentido por el Ministerio de la Corte que indicaba que el coste total de los festejos había ascendido a 17 millones de dólares.
Pero treinta años después uno de los organizadores del evento confirmó que el coste había ascendido a 22 millones de dólares, que corrieron a cargo del Ministerio de la Corte y del dinero subvencionado por varios industriales iraníes.
La exhibición deportiva que tuvo lugar en el nuevo estadio.
El recién inaugurado estadio Olímpico de Teherán
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